}

miércoles, 26 de junio de 2013

Despedida

Hoy comienza el principio de una nueva etapa para mí. Este blog últimamente no era un instrumento educativo, sino más bien una ventana al exterior. Utilizábamos más una página web creada a tal efecto. Pero no lo voy a cerrar, aunque si tendrá menos entradas y con un enfoque distinto. De mis descubrimientos en un nuevo lugar, visitas arqueológicas básicamente.
Se han entregado las notas y me he despedido de los alumnos. Lo había hecho la semana pasada por correo electrónico porque algunos ya no venían por el instituto y el calendario de exámenes había provocado la suspensión de algunas clases. Sin lugar a dudas ellos son lo mejor de esta profesión y  me lo han vuelto a recordar. Siempre bromeaba a principio de curso que quería ser merecedora del premio "limón", que el ser simpático y merecedor del premio "naranja" es una vulgaridad. Por fin, después de más de 20 años lo he conseguido.


Ya había tenido una pequeña alegría previamente con los resultados de selectividad. Hemos trabajado mucho, ellos y yo, pero los resultados han sido muy buenos.
El próximo curso dejaré de ser una "clásica" , al menos oficialmente, y me convertiré temporalmente en una profesora de español lengua extranjera en Italia. Es un cambio importante en mi vida personal y profesional. Espero estar a la altura. Hace años que opté por tener la doble especialidad porque los de clásicas siempre estamos sujetos a los vaivenes administrativos. Tal como van las cosas creo que fue una decisión acertada.
Echaré mucho de menos a los chicos, a los que les deseo mucha suerte. Una vez más gracias a todos y hasta pronto.

lunes, 10 de junio de 2013

Reflexiones sobre la PAU

Tras un cierto abandono aquí sigo. Perdida ya la utilidad didáctica del día a día, me resulta más difícil mantener la actividad.

Esta vez reflexionaré en voz alta sobre la PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad). Después de más de veinte años solicitándolo, me seleccionaron para corregir las pruebas de la PAU. Menos mal, están a punto de quitarla y no habría podido hacer ningún comentario sobre ella desde este otro punto de vista.

Parto de la base de que una prueba que supera el 90% del alumnado no sirve de nada. Añadiré algunas cosas más:

-     Los alumnos lo pasan verdaderamente mal, pero alguien debería de decirles desde 1º de bachillerato que se esforzaran en todas y cada una de las asignaturas, que esas notas también cuentan.

-    Los profesores somos sistemáticamente despreciados por la administración y este examen no iba a ser la excepción. Cada vez hay menos profesores para corregir, menos tiempo, menos dinero y más trabajo burocrático. Eso sí, los administrativos ya tienen jornada de verano y sólo están de 9 a 2 para recoger los resultados. Parte del trabajo que hacemos los profesores debería ser realizado por administrativos, pero no, los profesores siempre podemos hacer más,  lo cual confirma una de mis máximas: toda organización trabaja al ritmo del menos cualificado.

-    El caso de latín en Madrid resulta ridículo. Han cambiado  la valoración de las preguntas para este año, cosa que tuvo bastantes críticas en las reuniones previas, pero como se había colgado el modelo en julio, no se podía cambiar. La literatura se pregunta de modo telegráfico y su valor en la nota es de un punto. Un gran número de alumnos no han contestado a la pregunta, intuyo que por una economía del esfuerzo.

-     Además en nuestro distrito puede caer prácticamente cualquier texto. Sigue saliendo Salustio con relativa frecuencia. Supongo que los que proponen exámenes se acuerdan de su mocedad, porque no se me ocurre otra explicación coherente. En otras comunidades autónomas se pactan autores concretos, incluso repertorio de obras. Nosotros somos especiales.

- En esta ocasión a mí no me parece que las dos opciones tengan el mismo grado de dificultad. Los encontrarán en este enlace.  Lo cierto es que en general han sacado mejores notas los que han hecho la opción A entre aquellos que yo he corregido, si bien hay algunos de la opción B impecables.
Miedo me da pensar en qué pasará cuando no haya PAU. Las alternativas esbozadas no terminan de convencerme.